¡Democracia directa ya! ¡Barrar las reformas en las calles y construir el Poder Popular!

Brasil vive un terremoto político, escancando la podredumbre de las élites del país y debilitando aún más los lazos que las sostienen en el poder. La operación orquestada que posibilitó la grabación entre el presidente Michel Temer y el dueño de JBS, la mayor empresa de carnes del mundo, altera la correlación de fuerzas en el país y juega gasolina en la crisis política y social. Con la inestabilidad política, el gobierno tiene más dificultades para movilizar su base y avanzar con las reformas de la jubilación y de los derechos de los trabajadores, los mayores ataques a la clase obrera. Eso no es motivo para conmemorar, no debemos sacar peso destas luchas. Ahora es la hora de avanzar, masificar las movilizaciones con el bloqueo de las calles, paralizaciones hacia la huelga general para trancar los recortes sociales y las reformas. Debemos profundizar la democracia, pero la democracia directa, donde las / las trabajadoras / es en sus locales de trabajo, estudio y vivienda decidan el rumbo del país. No podemos aceptar las migajas de los de arriba, necesitamos imponer un programa popular de derechos sociales construido y decidido por el pueblo. Necesitamos construir la democracia directa, en los barrios, en las favelas, en los barrios pobres, en las ocupaciones de tierra y de vivienda, en las fábricas, en las escuelas fuera de los acuerdos de los de arriba.

El golpe que destituyó el cuarto mandato del PT / PMDB de la presidencia posibilitó en su empiezar un éxito en aprobar duras medidas contra el pueblo en un ritmo abrumador, con amplio apoyo en el congreso y en los medios, principalmente de la red de telivision Globo. Michel Temer aprobó la reforma de la enseñanza, la ley del techo de gastos, ley de la tercerización, privatizaciones y distintos ataques – empiezados os durante el propio gobierno del Partido de los Trabajadores (PT). Décadas de burocratización de las luchas por las grandes centrales sindicales y la práctica de la cooptación de dirigentes de grandes movimientos sociales por el PT, ayudaron y aún ayudan a desmovilizar al pueblo y dificultan la masificación de la resistencia contra estos ataques. A pesar de ello, otros sectores como los estudiantes y indígenas, dan el aliento renovado a la lucha social. El crecimiento de la insatisfacción popular con las reformas de la jubilación y laborista de Temer se manifestó con gran impacto en las calles, en las movilizaciones por la huelga general de los días 15 y 28 de abril, haciendo los golpistas retrocedieren con sus propuestas.

Barricada y corte de calle en Paraná (Brasil)

Con más del 90% de rechazo, el gobierno Temer no tiene legitimidad ni para sostener ese falso sistema democrático. Esto sólo sirve para mantener a los empresarios y la clase política robando y matando al pueblo. El gobierno de conciliación de clases de Lula y Dilma fue un gobierno para los empresarios y ricos, con algunas migajas para los pobres. Y las innumerables denuncias de corrupción sólo dejan evidente la asquerosa relación de favorecimiento que existe entre grandes empresas y el Estado. Los casos de corrupción no son hechos aislados, pero es lo que hace mover la rueda del Estado y del sector privado. Es decir, el sistema representativo no sirve para los intereses del pueblo, sino para el capitalismo, para que la clase política y empresarial pueda hacer avanzar sus proyectos.

Por eso las “soluciones mágicas” como privatizaciones, tercerizaciones, ataques a los derechos laborales sólo sirven para que los empresarios se beneficien más. De la misma forma son los ataques a los derechos sociales, ataques a los indígenas y sus territorios, sin tierras y campesinos, a las mujeres, LGBTTs, el genocidio del pueblo negro y moradores de favelas y barrios pobres, la criminalización de la pobreza. Todas son medidas y políticas para que la derecha y los sectores conservadores, empresarios, terratenientes, banqueros imponen su ideología, lucren más, concentren más riqueza y exploten más al pueblo. Los empresarios, como João Dória, no son distintos de los demás políticos, son enemigos del pueblo. Si los políticos profesionales están en descrédito, el sistema de justicia intenta valerse de legitimidad con las operaciones anticorrupción para aumentar su poder en la estructura de Estado. La cúpula del Poder Judicial, la Policía Federal y el Ministerio Público, con sectores alineados directamente a Estados Unidos, cuentan con el apoyo masivo de la red Globo para acumular poder con sesgos peligrosamente autoritarios. Es preciso repudiar esa escalada y evitar cualquier ilusión en salvación por la justicia burguesa.

Los viejos medios desempeñan un papel crucial en la maraña de intereses de la clase dominante. La red Globo, la misma que apoyó el Golpe Midiático Jurídico Parlamentario, construyó y legitimó el golpe actual, ahora se coloca del lado más fuerte, con la Procuraduría General de la República (PGR) por la salida de Temer. El propósito es recuperar las condiciones para aprobar las reformas con la elección de un nuevo presidente por elecciones indirectas. No podemos menospreciar el papel que las gigantes de comunicación cumplen en el campo ideológico. La posición de la Globo contra Temer no significa ningún avance para el campo popular. En el descrédito de los políticos profesionales ella descarta antiguas apuestas, como Aécio Neves, y orientan su agenda por la tendencia mundial de apalancar las candidaturas de personalidades aparentemente “de fuera” del campo político-partidario. (Doria, Meirelles), del poder judicial (Nelson Jobim, Carmem Lúcia, Joaquim Barbosa), o incluso de los medios de entretenimiento (Luciano Huck). Es estratégico avanzar en el descrédito de los viejos medios y fortalecer la pauta de la democratización de la comunicación con restricción al poder de estas empresas, así como fortalecer los medios de comunicación populares.

Es necesario cuestionar el motivo de que las denuncias lleguen sólo en este momento. A pesar de que han descartado algunos políticos y desencadenado cierta inestabilidad, la acción demuestra lealtad en los acuerdos entre Estado y capital. El criterio es económico y hay interés en defender una empresa que recientemente enfrentó la operación “Carne Débil”; Una acción que, si por un lado demostró la pésima condición que nuestra comida es producida, atendió primero a los intereses estadounidenses de debilitar a un competidor en la disputa internacional del mercado de la carne. Cabe señalar que fue el gobierno del PT / PMDB que engordó a JBS vía BNDES con fomentos millonarios, transformando la empresa en una de las más grandes del mundo.

¡Abajo y Izquierda, Democracia Directa ya!

El hecho es que la pauta que llevó a muchas personas a las calles en ese 1 año de gobierno Temer puede convertirse en realidad: la salida de Michel Temer de la presidencia de la república. Y nos preguntamos: ¿y ahora? ¿Cuál es el siguiente paso? Sabemos que con los golpistas debilitados y su base parlamentaria oscilante, faltan condiciones para dar continuidad en la tramitación de las reformas laborales y de la previsión. Ahora es urgente masificar la lucha contra las reformas y retomar los derechos que fueron retirados por golpistas del pasado y de la actual coyuntura del PT / PMDB. Además de parar las reformas, necesitamos construir un proyecto que haga que los ricos paguen la cuenta de la crisis y que reconozca a la élite política, empresariado y medios de comunicación como enemigos del pueblo. Las grandes empresas como JBS deben al gobierno más de 400 mil millones, cerca de tres veces el valor que agregan al falso déficit de la Seguridad Social.

Sólo la organización del pueblo y la presión en las calles pueden impedir las reformas y los ataques a los derechos sociales. Nada saldrá en el sentido del parlamento. Tenemos que impedir que los empresarios y la elite política hagan sus acuerdos de cúpula y golpes para seguir con su proyecto. La movilización y la presión popular son necesarias y urgentes ahora para impedir el avance de las reformas en medio de esa inestabilidad. Son presiones necesarias para imponer al gobierno las pautas populares, también en el caso de una elección directa. Y la movilización del pueblo hoy es urgente para impedir el peor de los escenarios, que es una suspensión de las elecciones en 2018 a través de una intervención político-militar y la persecución a los sectores combativos de la izquierda.

Bloco de luchadores y protesta en San Pablo

La izquierda electorera exige directas ya a la Presidencia de la República y el lulismo puede aflorar, como en años atrás, logrando presentarse como supuesta salida popular en medio del terremoto de la crisis política. ¡No podemos engañarnos! Hemos afirmado y continuamos afirmando: hay que superar el petismo y toda su herencia en la izquierda. La creencia de que Lula tendrá como enfrentar la crisis y traer mejoras en las condiciones de vida de los de abajo no se sustenta. Una elección de Lula representaría sólo otro pacto de clases con la burguesía y los patrones, en términos aún más recuados que de los años anteriores.

Lo importante en este momento es que la lucha tiene que ser desde abajo y en las calles para hacer avanzar un programa popular de derechos! Promover organización, movilización contra la reforma de la jubilación y de los derechos laboristas y por la construcción de un proyecto popular con independencia de clase. Catalizar la insatisfacción popular en revuelta y avanzar en las luchas en los locales de militancia. No se dejar llevar por soluciones pontuales, en ese proceso de reorganización de la izquierda y acuerdos de cúpula para salvar la democracia burguesa. No hay conejo en cartulina, la salida es construir organización popular en los barrios, en las escuelas, en los locales de trabajo con el pueblo pobre y oprimido. Debemos exigir la suspensión de todas las medidas antipolíticas iniciadas en el gobierno PT y continuadas por el golpista Temer.

El momento es desfavorable para nosotros oprimidos y oprimidas, pero la crisis y la disputa entre las élites abren margen para otros proyectos. Necesitamos utilizar la insatisfacción para deslegitimar ese sistema y canalizar la lucha social.

¡Democracia directa ya!
¡Por la suspensión de todas las medidas antipolíticas!
¡Contra el ajuste fiscal y los recortes en los derechos!
¡Fuera Globo golpista!
¡Construir el Poder Popular contra el ajuste y la represión!

Coordinación Anarquista Brasileña – 24/05/17